builderall

¡Hola! Soy Dennis Reina, fundador de Reina Company, una empresa de formación que brinda educación al mundo entero sobre marketing, ventas y desarrollo personal. En los últimos meses he educado de forma gratuita a más de 154.000 personas a través de mis eventos online sobre marketing de afiliados y mentalidad del dinero y además, he construido una comunidad de más de 3.500 alumnos en mis formaciones de pago en 43 países diferentes, logrando impactar sus vidas de forma positiva a nivel financiero, emocional y espiritual.

Quiero contarte cómo llegué hasta aquí, porque aunque parece que la gente consigue grandes cosas de la noche a la mañana, realmente no es así.

Mi historia empezó en 1.998, nací en Maracaibo, una ciudad de Venezuela, y allí viví 20 años de mi vida, criado por mis más grandes regalos; mi mamá y abuela. Crecí al lado de otros tres hermanos (yo el mayor) que me hicieron tener la infancia más peleonera y divertida del mundo. Fui a la universidad y culminé todas mis asignaturas de la carrera de Comunicación Social pero nunca hice el proceso para ir a mi acto de grado, eso pasó porque cuando terminé estaba fuera del país.

Salí de Venezuela en 2018 y llegué a Colombia, un país que me dio una muy buena acogida. Ejercí mi profesión trabajando para un canal de televisión en Cartagena pero luego llegó la pandemia en 2020 y estuve alrededor de 12 meses sin empleo. Estaba deprimido y sentía que todo el esfuerzo que había hecho hasta entonces no valía para nada. En ocasiones en mi casa no había dinero ni para comer, mi salud mental estaba en decadencia, me sentía frustrado, estancado y a años luz de mi vida soñada.

En el 2021 conseguí empleo en un bar como mesero, mi primera vez haciendo un trabajo como este. Trabajaba más de 10 horas al día, recibía mal trato del encargado, me estaba enfermando y el dinero que allí ganaba me ayudaba a sobrevivir, no a vivir. A pesar de todo eso, estuve casi dos años allí, primero por la necesidad, pero en segundo lugar, que hoy entiendo es la razón real, por miedo, mucho miedo, miedo de perder algo que ni siquiera valía la pena.

En junio del 2022 mi abuela partió de este mundo y empecé a replantearme todo en la vida, lo que hacía y como lo hacía, eso me llevó a tomar la valiente decisión en noviembre de ese mismo año a decir adiós para siempre a ese bar. De allí salí con un poco de dinero para sobrevivir unos 3 meses, con una enfermedad en los pulmones que me tenía escupiendo sangre y con unas relaciones altamente fracturadas que me tocó reconstruir de a poco.

Salí de allí con la esperanza de hacer despegar un emprendimiento digital que había iniciado meses antes. Estaba aprendiendo a hacer marketing de afiliados pero hasta entonces no había hecho ninguna venta. Hice mi primera venta 4 meses después de salir de ese lugar, si sacas bien las cuentas ya se habían acabado mis ahorros, así que otra vez estuve sin dinero para comer en varias ocasiones y me cortaron el internet en varias oportunidades. Estaba enfermo y sin dinero, pero tenía una familia y un Dios que nunca me abandonaron. Ya empezaban a mejorar las cosas con mis relaciones, algo extraño, pero así fue, en los peores momentos nos amamos más.

Saqué dinero de donde no tenía para formarme y aprender sobre marketing, ventas, estrategias digitales, lanzamientos, desarrollo personal, liderazgo y más. Recuerdo estar obsesionado con aprender y no hacer nada más que girar en torno a mi crecimiento como persona y emprendedor. Medio año después renunciar a mi negocio empezó a darme unas ganancias mínimas, estaba haciendo unos 400 dólares al mes de forma recurrente y 6 meses más tarde empezó a despegar la nave con fuerzas. Llegaron los 1.000 al mes y luego los 5.000, los 10.000, al final del 2024 mi empresa de formación había facturado más de 120.000 dólares en 12 meses y habíamos impactado la vida de cientos de miles de personas a lo largo del mundo entero.

Salí de la depresión a tener un propósito claro en la vida, de estar enfermo a estar más sano que nunca, de no tener para comer a construir una empresa que factura más de 120.000 dólares al año, y de tener relaciones muy dañinas a tener las mejores de este mundo. Todo porque decidí que así fuera, no fue suerte, no soy un elegido ni nada parecido....

Al fin de cuentas soy alguien como tu, que también tenía miedos, problemas e inseguridades, pero eché todo eso fuera y decidí convertirme en lo que siempre quise ser, un hombre libre, feliz, pleno, abundante, completo. Estoy seguro de que como yo, tú también puedes conseguir cualquier cosa que te propongas sin importar en cual situación estés ahora. Puedes salir de donde sea que estés y convertirte en tu mejor versión, en eso que viniste a ser, ¡viniste a ser un grande! 
 

Si llegaste hasta aquí debo decir gracias, gracias por darte el permiso de conocer la historia de un ser común y normal que decidió llevar su vida a su máximo nivel de expresión, por él, por su familia y por gente como tú. Esto te queda como muestra de que también eres capaz.

Ese propósito de vida del que te hablé, es crecer y contribuir siempre, contribuir a personas como tu, por eso me encantaría que sigamos en contacto y que te unas a mis comunidades en redes sociales para poder aportar a tu vida cosas positivas. Si crees que de alguna manera podré ayudarte, estaré feliz de hacerlo. Quiero que puedas construir la vida de tus sueños como yo construí la mía y por eso quedo a tu servicio y disposición. 

 

No olvides que lo mejor siempre está por venir.

SOBRE DENNIS
MIS REDES
MI ACTIVIDAD